Conozca la rampa con escalón

Rampa con escalón en Cancún. Imagen: Rodrigo Díaz

Es de verdad, y está en Cancún.

Se supone que un profesional la proyectó.

Se supone que otro profesional estuvo a cargo de su construcción.

Se supone que un tercer profesional tuvo que supervisarla y aprobarla.

A lo mejor la idea era innovar y satisfacer en un mismo elemento las necesidades de peatones y personas con discapacidad, pero algo dice que el experimento no funcionó bien del todo.

Es común que en el espacio público los terrenos del profesionalismo queden acotados exclusivamente al cálculo de pendientes, cargas o dosificaciones de hormigón. Después de todo, el diseño urbano es materia poco frecuente en los salones de las escuelas de arquitectura e ingeniería, aunque para ser honestos la construcción de una acera, una rampa o un cruce medianamente decentes no requiere la participación de un doctor en urbanismo. Un poco de sentido común y la ayuda de un manual (hay varios que se pueden descargar de manera gratuita en Internet) bastan y sobran.

El lugar común dice que las zonas antiguas de las ciudades son poco amables con las personas con discapacidad porque fueron construidas en una época en que no había mayor sensibilidad hacia sus necesidades de desplazamiento. La rampa con escalón de Cancún, ubicada en un conjunto cuya data no supera los dos años, no es más que una cruda constatación que la indolencia hacia el tema está más vigente que nunca.

Palabras al cierre

Hablo con un par de skaters y ellos me confirman que para sus particulares propósitos la rampa en comento también es una buena mugre.