¿Por qué detestamos el Transantiago?
Llevo 5 días en Santiago, mi ciudad natal, que me recibió con su típico aspecto de febrero: calles semivacías y silenciosas, gente caminando a ritmo cansino, oficinistas trabajando a media máquina, y un ambiente de paz que contrasta con la neurosis del resto del año. Es que febrero es el mes favorito de los capitalinos para tomarse sus vacaciones, quedando la ciudad en un estado cercano a una agradable parálisis que sirve de preámbulo para la locura de marzo, el mes donde el año realmente comienza en Chile. [Leer +]