No estamos condenados ni a un transporte público lento ni a morirnos por la contaminación del aire. Los ejes ambientales permiten matar dos pájaros de un tiro. [Leer +]
A falta de un pasado esplendoroso, los orgullos santiaguinos se expresan en estadísticas, en cifras, en el orgullo de presentar un ambiente donde impera algo parecido al estado de derecho. [Leer +]
Con la apertura de H&M Chile finalmente da el paso que le faltaba para entrar en el club del desarrollo, aunque afuera el comercio de calle se muera de a poco [Leer +]
El auge del ciclismo urbano chileno se ha hecho a costa del peatón, eterno pariente pobre de la calle. Urge sacar a los ciclistas de la acera, pero esto no puede hacerse de un día para otro [Leer +]
El problema no es la falta de infraetructura, sino el exceso de autos. Santiago no está condenado a Vespucio Oriente, una solución que sólo promueve el uso del automóvil y destruye el espacio público. [Leer +]
El Costanera Center es presentado como el símbolo del alto nivel de desarrollo económico que ha alcanzado Chile, pero en realidad no es más que fiel reflejo del atraso urbano de nuevo rico. [Leer +]
El problema de Santiago no está en la escasez de infraestructura ni en la falta de redes de transporte público eficiente, sino sencillamente en el exceso de vehículos circulando [Leer +]